Sabiduría de Salomón
16:1 Por lo cual fueron castigados dignamente, y por la multitud
de bestias atormentadas.
16:2 En lugar de este castigo, trata con misericordia a tu propio pueblo,
les preparaste carne de sabor extraño, incluso codornices para remover
su apetito:
16:3 a fin de que los que codiciaban alimento, a causa de la fea vista del
las bestias enviadas entre ellos detestan incluso lo que deben desear;
pero éstos, que sufren penurias por un corto espacio de tiempo, podrían ser hechos partícipes
de un sabor extraño.
16:4 Porque era necesario que sobre los que ejercían tiranía viniera
penuria, que no pudieron evitar: pero a éstos sólo se les debe
mostró cómo sus enemigos fueron atormentados.
16:5 Porque cuando vino sobre éstos la terrible ferocidad de las fieras, y
perecido por las picaduras de serpientes torcidas, tu ira no soportó por
siempre:
16:6 Pero fueron turbados por un breve tiempo, para ser
amonestados, teniendo una señal de salvación, para ponerlos en memoria de
el mandamiento de tu ley.
16:7 Porque el que se volvió hacia ella no se salvó por lo que hizo.
vi, sino por ti, que eres el Salvador de todos.
16:8 Y en esto hiciste confesar a tus enemigos, que eres tú quien
libra de todo mal:
16:9 Para ellos las picaduras de saltamontes y moscas fueron muertas, ni hubo
hallaron remedio para sus vidas: porque eran dignos de ser castigados con
semejante.
16:10 Mas a tus hijos no los vencieron ni los mismos dientes de dragones venenosos;
misericordia estaba siempre con ellos, y los sanaba.
16:11 Porque fueron aguijoneados para recordar tus palabras; y eran
salvados pronto, para que, no cayendo en profundo olvido, sean
siempre atento a tu bondad.
16:12 Porque no fue hierba, ni emplasto que ablandara, lo que los devolvió a
salud: sino tu palabra, oh Señor, que sana todas las cosas.
16:13 Porque tú tienes poder de vida y de muerte; Tú conduces a las puertas de
infierno, y traes de nuevo.
16:14 A la verdad el hombre mata por su malicia, y el espíritu, cuando se va
adelante, no vuelve; ni el alma recibida arriba vuelve.
16:15 Pero no es posible escapar de tu mano.
16:16 Porque los impíos que negaron conocerte, fueron azotados por la fuerza
de tu brazo: con lluvias extrañas, granizos y aguaceros, fueron
perseguidos, que no pudieron evitar, y por medio del fuego fueron
consumado.
16:17 Porque, lo que es de más admiración, el fuego tenía más fuerza en el
agua, que todo lo apaga; porque el mundo pelea por el
justo.
16:18 Porque en algún tiempo la llama se apagó para que no quemara la
bestias que fueron enviadas contra los impíos; pero ellos mismos podrían ver y
perciben que fueron perseguidos por el juicio de Dios.
16:19 Y en otro tiempo arde aun en medio de las aguas sobre el
poder del fuego, para destruir los frutos de una tierra injusta.
16:20 En lugar de lo cual alimentas a tu pueblo con pan de ángeles, y
les enviaste del cielo pan preparado sin su trabajo, capaz de
contenido el deleite de cada hombre, y de acuerdo a todos los gustos.
16:21 Porque tu sustento manifestó tu dulzura a tus hijos, y sirviendo
al apetito del devorador, se atemperaba al gusto de cada uno.
16:22 Pero la nieve y el hielo soportaron el fuego, y no se derritieron, para que supieran
ese fuego que ardía en el granizo y centelleaba en la lluvia, destruyó
los frutos de los enemigos.
16:23 Pero éste volvió a olvidarse de su propia fuerza, para que el justo
puede ser nutrido.
16:24 Porque la criatura que te sirve, que es el Hacedor, aumenta su
fuerza contra los injustos para su castigo, y abate su
fuerza en beneficio de los que en ti confían.
16:25 Por lo cual ya entonces se mudó en todas sus formas, y fue obediente
a tu gracia, que alimenta todas las cosas, según el deseo de
los que tenían necesidad:
16:26 para que sepan tus hijos, oh Señor, a quien amas, que no es
el crecimiento de los frutos que alimentan al hombre: sino que es tu palabra,
que preserva a los que en ti confían.
16:27 Porque lo que no fue destruido por el fuego, calentándose con un poco de
rayo de sol, pronto se derritió:
16:28 para que sea notorio que debemos prevenir que el sol te dé
gracias, y en la aurora rogamos a ti.
16:29 Porque la esperanza de los ingratos se desvanecerá como la nieve del invierno
escarcha, y correrá como agua inútil.