Sabiduría de Salomón
12:1 Porque tu Espíritu incorruptible está en todas las cosas.
12:2 Por tanto, disciplinas poco a poco a los que ofenden, y
amonestarlos haciéndoles recordar lo que han ofendido,
para que dejando su maldad crean en ti, oh Señor.
12:3 Porque tu voluntad fue destruir por mano de nuestros padres tanto a los
antiguos habitantes de tu tierra santa,
12:4 a quien aborreciste por hacer las abominaciones de hechicería y las iniquidades
sacrificios;
12:5 Y también los despiadados homicidas de niños y devoradores de
carne, y las fiestas de sangre,
12:6 Con sus sacerdotes de en medio de su pandilla idólatra, y los
padres, que mataron con sus propias manos las almas desvalidas:
12:7 para que la tierra que estimas sobre todas las demás, reciba un
colonia digna de los hijos de Dios.
12:8 Pero aun a los que perdonaste como a hombres, y enviaste avispas,
precursores de tu ejército, para destruirlos poco a poco.
12:9 No que no pudiste traer al impío bajo la mano del
justos en la batalla, o para destruirlos de una vez con bestias crueles, o
con una palabra áspera:
12:10 Mas haciendo en ellos tus juicios poco a poco, les diste
ellos lugar de arrepentimiento, no ignorando que eran unos traviesos
generación, y que en ellos se engendró su maldad, y que sus
la cogitación nunca sería cambiada.
12:11 Porque era simiente maldita desde el principio; ni lo hiciste por miedo
de cualquier hombre, concédeles perdón por las cosas en que pecaron.
12:12 Porque ¿quién dirá: ¿Qué has hecho? ¿O quién resistirá tu
¿juicio? o quién te acusará por las naciones que perecen, quién
hiciste? o quién vendrá a oponerse a ti, para vengarse de
los hombres injustos?
12:13 Porque no hay Dios sino tú que cuidas de todo, a quien tú
podrías mostrar que tu juicio no es injusto.
12:14 Ni rey ni tirano podrá volver su rostro contra ti por
cualquiera a quien hayas castigado.
12:15 Por cuanto eres justo tú mismo, ordenas todas las cosas
justamente: pensando que no es agradable a tu poder condenarlo
que no ha merecido ser castigado.
12:16 Porque tu poder es el principio de la justicia, y porque eres
el Señor de todo, te hace ser misericordioso con todos.
12:17 Porque cuando los hombres no crean que eres de pleno poder, tú
muestra tu fuerza, y entre los que la conocen, haces sus
manifiesto el atrevimiento.
12:18 Mas tú, dominando tu poder, juzga con equidad, y ordénanos con
gran favor: porque puedes usar el poder cuando quieras.
12:19 Pero con tales obras has enseñado a tu pueblo que el justo debe
sé misericordioso, y has hecho que tus hijos sean de buena esperanza de que
da el arrepentimiento de los pecados.
12:20 Porque si castigares a los enemigos de tus hijos, y a los condenados
hasta la muerte, con tal deliberación, dándoles tiempo y lugar, por lo que
puedan ser librados de su malicia:
12:21 ¡Con qué gran circunspección juzgaste a tus propios hijos, hasta
¿A cuyos padres juraste, e hiciste pactos de buenas promesas?
12:22 Por tanto, mientras nos disciplinas, azotas a nuestros enemigos
mil veces más, a fin de que, cuando juzguemos, debamos
piensa cuidadosamente en tu bondad, y cuando nosotros mismos somos juzgados,
debe buscar misericordia.
12:23 Por tanto, mientras que los hombres han vivido con disolución e injusticia, tú
los has atormentado con sus propias abominaciones.
12:24 Porque se desviaron mucho por los caminos del error, y los tuvieron por
dioses, que aun entre las bestias de sus enemigos eran despreciados, siendo
engañados como hijos sin entendimiento.
12:25 Por tanto, a ellos, como a niños sin uso de razón, les
enviaste un juicio para burlarte de ellos.
12:26 Pero los que no quieren ser reformados por la corrección, en la cual él
coqueteado con ellos, sentirá un juicio digno de Dios.
12:27 Porque, mirad, de qué cosas tenían rencor, cuando eran castigados, que
es, para aquellos a quienes creían dioses; [ahora] siendo castigado en ellos,
cuando lo vieron, reconocieron que era el Dios verdadero, a quien antes
ellos negaron saber: y por lo tanto vino la condenación extrema sobre ellos.