Sabiduría de Salomón 9:1 Oh Dios de mis padres, y Señor de misericordia, que hiciste todas las cosas con tu palabra, 9:2 y dispusiste al hombre con tu sabiduría, para que se enseñorease de las criaturas que has hecho, 9:3 y ordenar el mundo según la equidad y la justicia, y ejecutar juzgar con rectitud de corazón: 9:4 Dame sabiduría al que se sienta junto a tu trono; y no me rechaces de entre tus hijos: 9:5 Porque yo tu siervo, y el hijo de tu sierva, soy hombre débil y de poco tiempo, y demasiado joven para la comprensión del juicio y las leyes. 9:6 Porque aunque un hombre nunca fuere tan perfecto entre los hijos de los hombres, sin embargo, si tu sabiduría no esté con él, no será tenido en cuenta. 9:7 Me has escogido para ser rey de tu pueblo, y juez de tus hijos e hijas: 9:8 Tú me has mandado edificar un templo sobre tu santo monte, y un altar en la ciudad en que moras, semejanza del santo tabernáculo, que tú has preparado desde el principio. 9:9 Y la sabiduría estaba contigo, la cual conoce tus obras, y estaba presente cuando tú hiciste el mundo, y supiste lo que era agradable delante de tus ojos, y justo en tus mandamientos. 9:10 Envíala desde tus santos cielos y desde el trono de tu gloria, para que estando presente ella trabaje conmigo, para que sepa lo que es agradable a ti. 9:11 Porque ella sabe y entiende todas las cosas, y ella me guiará sobriamente en mis obras, y me guarde en su poder. 9:12 Así serán aceptables mis obras, y entonces juzgaré a tu pueblo con justicia, y sea digno de sentarse en el trono de mi padre. 9:13 Porque ¿qué hombre es el que puede conocer el consejo de Dios? o quien puede pensar ¿Cuál es la voluntad del Señor? 9:14 Porque los pensamientos de los mortales son miserables, y nuestras maquinaciones no son más que incierto. 9:15 Porque el cuerpo corruptible oprime el alma, y lo terrenal tabernáculo agobia la mente que reflexiona sobre muchas cosas. 9:16 Y difícilmente acertamos en las cosas que están en la tierra, y con labor buscamos las cosas que están delante de nosotros: pero las cosas que están en el cielo, ¿quién ha buscado? 9:17 Y tu consejo quien lo supiera, si no dieres sabiduría, y enviares tu Espíritu Santo de lo alto? 9:18 Porque así fueron reformados los caminos de los que moraban en la tierra, y los hombres fueron enseñados las cosas que te agradan, y fueron salvos a través de la sabiduría.