2 Esdras
8:1 Y él me respondió, diciendo: El Altísimo ha hecho este mundo para muchos,
pero el mundo por venir para unos pocos.
8:2 Te diré una semejanza, Esdras; Como cuando le preguntas a la tierra, ella
te dirán, que da mucho moho del cual las vasijas de barro
están hechos, pero poco polvo del que sale el oro: así es el curso de
este mundo presente.
8:3 Muchos serán creados, pero pocos serán salvos.
8:4 Entonces respondí y dije: Trágate, pues, oh alma mía, entendimiento y
devorar la sabiduría.
8:5 Porque te has puesto de acuerdo en dar oído, y estás dispuesto a profetizar;
no tienes más espacio que sólo para vivir.
8:6 Oh Señor, si no permites a tu siervo, para que oremos delante de ti,
y nos das semilla a nuestro corazón, y cultura a nuestro entendimiento,
para que de él salga fruto; ¿Cómo vivirá cada hombre que es
corrompido, ¿quién ocupa el lugar del hombre?
8:7 Porque tú eres solo, y todos nosotros obra de tus manos, semejante a
has dicho.
8:8 Porque cuando ya se forma el cuerpo en el vientre de la madre, y le das
sus miembros, tu criatura es preservada en fuego y agua, y nueve meses
tu hechura soporta a tu criatura que es creada en ella.
8:9 Pero lo que guarda y lo que es guardado, ambos serán guardados; y cuando el
llega el tiempo, la matriz preservada entrega lo que creció en
eso.
8:10 Porque tú mandaste de las partes del cuerpo, es decir,
de los pechos, leche para dar, que es el fruto de los pechos,
8:11 para que la cosa que se ha formado se alimente por un tiempo, hasta que
disponlo a tu misericordia.
8:12 Lo criaste con tu justicia, y lo alimentaste en tu
ley, y la reformaste con tu juicio.
8:13 Y lo mortificarás como a tu criatura, y lo vivificarás como a tu obra.
8:14 Si, pues, matares al que con tanto trabajo fue
formado, cosa fácil es ordenar por tu mandamiento, que
la cosa que fue hecha sea preservada.
8:15 Ahora pues, Señor, hablaré; tocando al hombre en general, tú sabes
mejor; sino tocante a tu pueblo, por cuyo bien me arrepiento;
8:16 y por tu heredad, por cuya causa me lamento; y por Israel, por
quien soy pesado; y por Jacob, por causa del cual estoy turbado;
8:17 Por tanto, comenzaré a orar delante de ti por mí y por ellos; porque
Veo las caídas de los que moramos en la tierra.
8:18 Pero he oído la rapidez del juez que ha de venir.
8:19 Oye, pues, mi voz, y entiende mis palabras, y hablaré
ante ti Este es el comienzo de las palabras de Esdras, antes de ser
tomado: y yo dije:
8:20 Señor, tú que moras en la eternidad que miras desde lo alto
cosas en el cielo y en el aire;
8:21 cuyo trono es inestimable; cuya gloria no puede ser comprendida; antes de
a quien las huestes de los ángeles están temblando,
8:22 Cuyo servicio está versado en el viento y el fuego; cuya palabra es verdadera, y
dichos constantes; cuyo mandamiento es fuerte, y ordenanza temible;
8:23 cuya mirada seca los abismos, y la ira hace que los montes se
esfumarse; de lo cual la verdad da testimonio:
8:24 Oye la oración de tu siervo, y escucha la petición de tu
criatura.
8:25 Porque mientras viva hablaré, y mientras tenga entendimiento,
Responderé.
8:26 No mires los pecados de tu pueblo; sino sobre los que te sirven en
verdad.
8:27 No miréis las perversas invenciones de las naciones, sino el deseo de los
que guardan tus testimonios en las tribulaciones.
8:28 No pienses en los que han andado en vano delante de ti, sino
acuérdate de ellos, que según tu voluntad han conocido tu temor.
8:29 No sea tu voluntad destruir a los que han vivido como bestias; pero
para mirar a los que claramente han enseñado tu ley.
8:30 No te enojes con los que son tenidos por peores que bestias; pero
ama a los que siempre ponen su confianza en tu justicia y gloria.
8:31 Porque nosotros y nuestros padres languidecemos de tales enfermedades; pero a causa de nosotros
pecadores, seréis llamados misericordiosos.
8:32 Porque si quieres tener misericordia de nosotros, serás llamado
misericordioso, a nosotros, a saber, que no tenemos obras de justicia.
8:33 Porque el justo, que tiene guardadas contigo muchas buenas obras, saldrá de
sus propias obras reciben recompensa.
8:34 Porque ¿qué es el hombre, para que le desagrades? o que es
generación corruptible, para que seas tan amargo con ella?
8:35 Porque a la verdad no hay hombre entre los que nacen, sino que ha tratado
malvadamente; y entre los fieles no hay ninguno que no haya hecho
mal.
8:36 Porque en esto, oh Señor, será tu justicia y tu bondad
declarado, si eres misericordioso con los que no tienen la confianza de
buen trabajo.
8:37 Entonces me respondió, y dijo: Bien has dicho algunas cosas, y
conforme a tus palabras será.
8:38 Porque ciertamente no pensaré en la disposición de los que han pecado
antes de la muerte, antes del juicio, antes de la destrucción:
8:39 Pero me gozaré en el carácter de los justos, y me
acordaos también de su peregrinaje, y de la salvación, y de la recompensa, que
tendrán.
8:40 Como he dicho ahora, así será.
8:41 Porque como el labrador siembra mucha semilla en la tierra, y la planta
muchos árboles, y lo que se siembra bien en su tiempo no sale
arranca, ni todo lo plantado echa raíz: así es de ellos
que se siembran en el mundo; no todos serán salvos.
8:42 Entonces respondí y dije: Si he hallado gracia, déjame hablar.
8:43 Como perece la semilla del labrador, si no brota y recibe
no tu lluvia a su debido tiempo; o si llueve mucho y corrompe
eso:
8:44 Así perece también el hombre formado por tus manos, y es
llamado tu propia imagen, porque eres semejante a él, por amor del cual
tú hiciste todas las cosas, y lo comparaste a la simiente del labrador.
8:45 No te enojes con nosotros, sino perdona a tu pueblo, y ten misericordia de los tuyos.
herencia: porque eres misericordioso con tu criatura.
8:46 Entonces me respondió, y dijo: Lo presente es por ahora, y
cosas por venir para las que han de venir.
8:47 Porque te falta mucho para que puedas amar a mi
criatura más que yo; pero muchas veces me he acercado a ti, y a
ella, pero nunca a los injustos.
8:48 También en esto eres admirable delante del Altísimo:
8:49 Por cuanto te has humillado como conviene a ti, y no te
te juzgaste digno de ser muy glorificado entre los justos.
8:50 Porque muchas y grandes miserias serán hechas a los que en el tiempo postrero
habitarán en el mundo, porque han andado con gran soberbia.
8:51 Mas tú entiéndete por ti mismo, y busca la gloria para los que son
como tú
8:52 Porque a vosotros se abre el paraíso, está plantado el árbol de la vida, el tiempo
está preparado lo que ha de venir, está dispuesta la abundancia, es edificada una ciudad, y
se permite el descanso, sí, perfecta bondad y sabiduría.
8:53 Sella de vosotros la raíz del mal, la debilidad y la polilla se esconden
de ti, y la corrupción huya al infierno para ser olvidada:
8:54 Pasan los dolores, y al fin se manifiesta el tesoro de
inmortalidad.
8:55 Por tanto, no preguntes más acerca de la multitud de
los que perecen.
8:56 Porque cuando hubieron tomado libertad, despreciaron al Altísimo, pensando
escarneció su ley, y abandonó sus caminos.
8:57 Además han hollado a sus justos,
8:58 y decían en su corazón que no hay Dios; si, y eso sabiendo
deben morir.
8:59 Porque como os recibirán las cosas dichas, así son la sed y el dolor.
preparado para ellos; porque no fue su voluntad que los hombres vinieran a
nada:
8:60 Pero los que son creados han profanado el nombre del que los hizo,
y fueron ingratos con el que les preparó la vida.
8:61 Por lo tanto, mi juicio ahora está a la mano.
8:62 Estas cosas no las he mostrado a todos, sino a ti, y a unos pocos
como tú Entonces respondí y dije:
8:63 He aquí, oh Señor, ahora me has mostrado la multitud de las maravillas,
que comenzarás a hacer en los últimos tiempos: pero ¿en qué tiempo, tú
no me has mostrado.